Futbolistas y algo más
No es ningún secreto que las personas que tienen talento para jugar al fútbol también destacan en otros deportes. Y qué mejor manera de comenzar este repaso que con otra gran disciplina que surgió en Inglaterra, el críquet. El nombre de Denis Compton permanecerá para siempre en la memoria de los aficionados ingleses, que lo recuerdan como uno de los mejores bateadores de los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Pero los seguidores más veteranos del Arsenal también se acordarán de él como el elegante extremo cuya carrera se vio empañada por las lesiones, que le impidieron igualar sus proezas del críquet sobre la cancha de fútbol.
Las hazañas de Steve Waugh con la selección australiana de críquet ya han entrado a formar parte de la leyenda: más de 10.000 carreras en partidos internacionales y 16 victorias consecutivas como capitán de Australia. Sin embargo, ya en la escuela secundaria, impresionó al mismísimo Johnny Warren con sus proezas futbolísticas. "El mejor gol que he visto este año es el que marcó Stephen Waugh el miércoles pasado", escribió el admirado ex capitán de los Socceroos sobre el joven futbolista, que para entonces ya había representado a Nueva Gales del Sur en categoría juvenil. "¡Fue un tanto del que Franz Beckenbauer se habría sentido orgulloso!".
El boxeador Ricky Hatton, campeón de los pesos welter, también se sintió atraído por el fútbol cuando era un chaval. Su padre y su abuelo habían militado en las filas del Rochdale, y el joven Ricky realizó las pruebas de selección del club antes de darse cuenta de que sus puños le ofrecían un futuro más prometedor que sus pies. Pero los pies también se utilizan en los deportes de contacto, como lo demuestra el brasileño Vitor Belfort, figura mundial de las artes marciales mixtas (MMA por sus siglas en inglés), quien rechazó una carrera como futbolista para labrarse un nombre sobre el cuadrilátero.
El fútbol es un deporte que requiere mucha concentración, así que no resulta extraño que algunos conocidos ajedrecistas coquetearan con esta disciplina en su juventud. El Gran Maestro Simen Agdestein militó en las filas del Lyn de Oslo cuando era un chaval, e incluso fue convocado con la selección nacional de Noruega en varias ocasiones a finales de la década de 1980, antes de que, en 1991, una lesión del ligamento cruzado lo obligara a centrarse definitivamente en el ajedrez. Otros grandes maestros que también demostraron su destreza con el balón son el serbio Ljubomir Ljubojevic, que defendió la camiseta del Estrella Roja, y Vlastimil Jansa, internacional juvenil con Checoslovaquia.
Entre los tenistas, tenemos al chileno Nicolas Massú, que entrenó en las inferiores del Everton de Viña del Mar y soñaba con ser futbolista.
Los artistas
Algunos equipos contaron en sus filas con verdaderos artistas, como el infatigable Rod Stewart, que realizó las pruebas de selección con el Brentford en su juventud, o el difunto Luciano Pavarotti, quien renunció a su carrera como guardameta en el club de su ciudad, Módena, para convertirse en uno de los tenores más famosos del mundo.
En la banda irlandesa Westlife destacaba Nicky Byrne, ex arquero del Leeds United en categoría juvenil y miembro del equipo que ganó la Copa de Inglaterra juvenil en 1997. Su otrora compañero, Brian McFadden, también aspiraba a convertirse en futbolista profesional, pero en una reciente aparición con el Sydney FC, en calidad de invitado, fue increpado por el público, que comparó sus habilidades con el balón con las de Robbie Williams, otro artista que soñaba con triunfar en el fútbol con su equipo, el Port Vale, antes de dedicar su vida a la música.
Pero, probablemente, la historia de futbolistas-artistas más conmovedora sea la de Julio Iglesias, el cantante español de fama mundial. Cuando tenía por delante una prometedora carrera como guardameta en el equipo juvenil del Real Madrid, Iglesias sufrió un grave accidente de tráfico que le provocó serias lesiones e hizo añicos sus sueños deportivos. Una de las enfermeras que lo atendía en el hospital le llevó una guitarra para ayudarle a recobrar la movilidad en las manos y contribuir a su pronta recuperación. El resto es historia: en este Post pueden ver su Carnet de futbolista.
El Real Madrid es como un imán para los artistas. Los aficionados de fuera de España recordarán a Álvaro Benito como un joven talento del conjunto blanco de mediados de la década de 1990, bajo la batuta de Jorge Valdano y Fabio Capello. Pero en España es más conocido como integrante de la popular banda Pignoise. También en este caso fue una guitarra la que le hizo cambiar de rumbo durante la recuperación de una lesión que sufrió en 1996, con la selección sub-21.
Otro famoso que es incluso todo un ícono futbolístico en su país es Bob Marley: es imposible separar la imagen de Marley del fútbol jamaiquino. Tamibén tenemos a Steve Harris, bajista de Iron Maiden, quien se iniciara en las juveniles del West Ham United de Inglaterra.
Finalmente tenemos en nuestro país a Gianmarco, quien jugó en las inferiores de Universitario de Deportes, y que ahora "la rompe" como un exitoso cantante y compositor.
El cielo es el límite,...
Todos los equipos deben llevar una alimentación adecuada, y no hay duda de que Gordon Ramsay, chef y estrella de la televisión, podría hacer maravillas con el tentempié del descanso. El maestro de los fogones, también conocido por su inclinación a decir palabrotas, estuvo en el punto de mira del Glasgow Rangers cuando tenía 17 años, pero un grave problema de rodilla, seguido de una lesión en el ligamento cruzado mientras jugaba al squash, pusieron punto final a sus sueños futbolísticos.
También hay jugadores que podrían relatar los triunfos del equipo, como el genio literario francés Albert Camus, quien en sus años jóvenes fue un prometedor portero en el equipo de su ciudad natal, Argel (resulta curioso cuántas celebridades que jugaron al fútbol en su juventud lo hicieron como guardametas). Un brote de tuberculosis le obligó a centrarse en la literatura, pero, aun así, Camus nunca olvidó las lecciones que había aprendido del deporte rey. "Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol", dijo en una ocasión.
Otro joven arquero que siempre defendió las cualidades del fútbol para formar el carácter fue el difunto Karol Wojtyla, más conocido como el Papa Juan Pablo II. En Wadowice, su localidad natal, era bien conocido por su gran afición y siguió jugando varios años después de ingresar en el seminario; imagino que cuando sea declarado Santo, no serán pocos los futbolistas que le pidan "un milagrito" o su bendición, al Papa peregrino.
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