No pienso caerle bien a los argentinos con este Post, como tampoco ensalzar a los bolivianos, pero hay hechos contundentes: Bolivia ganó y ganó bien y Argentina recibió una goleada que no recibía en los últimos 51 años de su historia futbolística.
Viendo comentarios de la prensa gaucha y algunas opiniones en otros blogs, creo que debo dar la mía, y darme el derecho de ser demoledor e implacable. Como peruano que, como mis compstriotas, conocemos bien el asunto ese de la altura: aparte de mitos y supuestos, el jugar a 3,000 metros de altura, no es un impedimento; para un futbolista bien entrenado y de primer nivel (como los argentinos de la selección por ejemplo), eso apenas les merma en un, digamos 20% (y eso siendo exagerados), la verdadera causa de semejante paliza, habría que buscarla en tierras gauchas: la proverbial soberbia del futbolista argentino, tanto de jugadores como de entrenador, pusieron el otro 70% en contra. Aunque les duela a los argentinos, equipo y DT fueron a La Paz confiados en que de sólo ponerse la albiceleste, ya tenían ganado medio partido ante los bolivianos; en pocas palabras, creyeron que solo por ser argentinos, de ser quienes son (estrellas y el D10S), el asunto estaba resuelto. Bolivia solo hizo lo que se debe hacer en un campo de fútbol: meter goles.
Maradona puede ser todo un ídolo, pero no es un auténtico entrenador; la genialidad no se enseña, y haber sido estrella de talla mundial no le asegura tener triunfos con el buzo: es por eso que son poquísimos los grandes ex-jugadores del fútbol mundial que, han sido entrenadores geniales y triunfadores. Un entrenador es una mezcla de sabiduría de fútbol, temple, personalidad, carácter, astucia, estrategia y algo de genialidad.
Asimismo, la selección argentina, hoy por hoy, está más cerca de quedar eliminada de clasificar a un mundial (ya sea Sudáfrica o el próximo), que de ser campeón mundial: los egos de sus jugadores son hoy por joy tan fuertes, que prácticamente les impide jugar en conjunto. Maradona fué campeón mundial en selecciones en las cuales aportaba la genialidad y tenía junto a él a todo un equipo que se "fajaban" a muerte por su camiseta,... las selecciones argentinas de ahora, son eliminadas del mundial y en vez de llorar su rabia, salen a beber y a divertirse, riéndose de la vida, como ocurrió en Francia '98.
Esos son los motivos de los que vimos en La Paz: un equipo sin alma, sin concierto; un arquero vendido a su suerte miserablemente por su defensa y un cúmulo de egos encontrados (dentro de la cancha y en la banca), que piensan primero en sus intereses, y luego en el equipo y en el país. Siendo duros, ESE equipo argentino no debió salir a la cancha: no tenían ninguna oportunidad, dado que el enemigo que los venció, lo llevaban encima, y no les permitió hacer nada.
Finalmente mis felicitaciones al pueblo boliviano y aprenda de la Argentina: no se dejen dominar por el ego y la soberbia, que eso te "mata" en un partido de fútbol.
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