En la final del Mundial de Uruguay '30, más allá de la tensión de hinchas y jugadores ururguayos y argentinos, había un protagonista que sí era un verdadero manojo de nervios: el árbitro. Tras arbitrar cotejos previos en ese primer mundial, John Langenus había ya "disfrutado" de la pasión que origina el fútbol en esta parte del mundo (y es que hay cosas que nunca cambian,...) Tanto fue el miedo que tuvo el árbitro designado para dirigir la final, que le exigió a la F.I.F.A. un seguro de vida, en caso de perder el local. Cosa que no ocurrió, y que no hubiera pasado de ninguna manera (y nos referimos al seguro de vida)
Apenas finalizó el partido final, el árbitro que dirigió el partido, el belga John Langenus, (quien antes del último cotejo exigió una custodia personal), aprovechó la confusión del final para marcharce directamente al puerto y embarcarce en el transatlántico "Duilio", rumbo a Europa. Pero debido a la gran cantidad de niebla, se habían suspendido las partidas de los barcos: finalmente su barco salió rumbo al viejo continente al día siguiente.
Tiempo después, en una entrevista, Langenus recordaría que le había dado miedo la pasión con la que se vivían los momentos previos al partido y que incluso trató de pasar desapercibido, porque si reconocían que él era el árbitro designado, seguro que su vida correría peligro.
Dos trabajos son mejores que uno,...
Algo que pocos recuerdan, es un pequeño detalle: Langenus, fue al primer Mundial de la historia con una doble misión, la de árbitro de fútbol y la de periodista deportivo. Cuando finalizaba cada uno de los cuatro partidos que dirigió y sin siquiera quitarce los pantalones cortos, le pasaba la crónica del cotejo al semanario alemán "Kicker",....
Imagínense: "... lo mas destacado del partido, es la brillante actuación del juez Langenus, quien"...
Apenas finalizó el partido final, el árbitro que dirigió el partido, el belga John Langenus, (quien antes del último cotejo exigió una custodia personal), aprovechó la confusión del final para marcharce directamente al puerto y embarcarce en el transatlántico "Duilio", rumbo a Europa. Pero debido a la gran cantidad de niebla, se habían suspendido las partidas de los barcos: finalmente su barco salió rumbo al viejo continente al día siguiente.
Tiempo después, en una entrevista, Langenus recordaría que le había dado miedo la pasión con la que se vivían los momentos previos al partido y que incluso trató de pasar desapercibido, porque si reconocían que él era el árbitro designado, seguro que su vida correría peligro.
Dos trabajos son mejores que uno,...
Algo que pocos recuerdan, es un pequeño detalle: Langenus, fue al primer Mundial de la historia con una doble misión, la de árbitro de fútbol y la de periodista deportivo. Cuando finalizaba cada uno de los cuatro partidos que dirigió y sin siquiera quitarce los pantalones cortos, le pasaba la crónica del cotejo al semanario alemán "Kicker",....
Imagínense: "... lo mas destacado del partido, es la brillante actuación del juez Langenus, quien"...
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