domingo, 8 de febrero de 2009

El gol de la bandera



Ocurrió el 28 de mayo de 1994. Jugaban Municipal y Mannucci en el estadio de Chorrillos, mejor conocido como La Cancha de los Muertos, debido a que la comuna chorrillana edificó el estadio sobre un camposanto.

Era la temporada 94 y Muni había armado un equipo nada despreciable: le había arrebatado a la “U” a Ronald Baroni, al cual se le sumaron luego Puchungo Yáñez, Cabezón Carmona y César Charún, entre otros. La campaña, de la mano de Challe, venía siendo redonda: de 8 partidos, habían ganado 7 y perdido 1, compartiendo el liderato con Cristal, a la postre campeón de aquel torneo y de los dos siguientes. Mannucci, dirigido por Julio César Uribe, empezaba a saborear el curso de derrotas que le terminarían facturando la baja.

Era normal que seis hinchas ediles estuvieran apostados sobre el altísimo muro del lado sur, sector del estadio donde no hay tribuna, pero lo anormal era la inmensa bandera que se habían dado el trabajo de transportar hasta las alturas de ese improvisado "palco".

Debajo del arco de ese lado del estadio se encontraba sobre los 28 minutos del segundo tiempo Óscar Ibáñez defendiendo el arco trujillano. La "Chancha" Besada (robusto delantero de Municipal cuyo apelativo está de más comentar), se proyectó entonces por izquierda, decidido a sacar un centro al área. En ese instante, un hincha del muro dejó caer la bandera, empezando esta a flamear dentro del pórtico visitante. Besada dio un buen servicio al área, llegando preciso Alfredo Carmona para reventar el arco: el balón traspasó apenas la línea, rebotó en la bandera y regresó al campo de juego. Once manos trujillanas se levantaron para reclamar una situación no contemplada por reglamento de fútbol alguno. Posiblemente el árbitro Alberto Tejada preguntó para sus adentros por qué siempre le tocaba a él tomar las decisiones más jodidas y, acto seguido, convalidó el gol.

Al tiempo que la bandera ascendía y regresaba discretamente a su lugar habitual, los jugadores de Municipal defendían con uñas y dientes el triunfo, la punta y el azar. Culminado el partido con el 1-0, los dirigentes trujillanos levantaron la voz exigiendo la inmediata anulación del partido por la intervención no solicitada de la bandera. Uribe, más conocedor de las ironías del destino, se limitó a reconocer la derrota de su equipo, aplaudiendo el trabajo de Tejada y de los 22 jugadores en la cancha, no pudiendo contenerse, sin embargo, a dejar una frase para la posteridad: “Este ha sido el partido más higiénico del campeonato”. No obstante, la justicia puede tardar, pero cuando llega es inclemente. La semana siguiente Municipal perdió la punta tras caer 3-1 en Sullana y, hasta la fecha, jamás ha vuelto a ubicarse como líder de algún campeonato de Primera División.

1 comentario:

  1. Ya ha paso tantos años de quel dia y mi mannucci no puede volver a primera

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