Lima, 13 may (PL) Entre el desdén y las amenazas oscilan hoy las reacciones ante una posible huelga de futbolistas profesionales contra el repudiado presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga.
Burga desahució el paro, que según fuentes periodísticas se iniciaría el próximo 10 de junio para presionarlo a renunciar, y dijo que ese objetivo jamás será logrado porque el gremio de futbolistas no tiene influencia sobre la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
El dirigente, a través de su abogado Martín Ugarriza, ratificó así que confía en la protección de la FIFA que le permitió superar presiones gubernamentales para que deje el cargo y que llegaron al extremo de suspender a la FPF de cualquier competición internacional.
Ningún gremio de futbolistas tiene legitimidad para remover del cargo a Burga, reiteró Ugarriza, quien añadió que solamente lo puede hacer una asamblea de clubes profesionales y asociaciones regionales, que el presidente de la FPF controla.
La prensa afirma que entre los promotores del paro figuran jugadores emigrados que han sido suspendidos de la selección nacional por indisciplina, como Claudio Pizarro, del club alemán Werder Bremen.
Por otro lado, el ex jugador y gerente del club Universitario, Germán Leguía, dijo que sus jugadores serán sancionados o despedidos por incumplimiento de contrato, si hacen huelga.
El presidente del club Alianza Lima, el más popular del país, Guillermo Alarcón, y el vice titular de Sporting Cristal, José Osterling, se declararon sorprendidos por la noticia de la posible huelga y no hicieron más comentarios.
Según informes periodísticos, los 600 jugadores pretenden paralizar el campeonato local y enviar a la FIFA una carta en la que piden el cese de Burga.
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