La participación de la extinta URSS a la Eurocopa del '64, estuvo cargada de todo un anecdotario por cuestiones políticas:
- Debido a que desde 1939 España estaba bajo el gobierno de Franco, los símbolos comunistas habían sido proscritos, los organizadores se vieron en la necesidad de confeccionar una bandera soviética a toda prisa, ya que se dieron con la sorpresa de que no había una sola en todo el territorio español (y ni locos hubiesen pedido una a la delegación soviética: cuestiones de orgullo)
- Igualmente, también se hallaron con el hecho de que tampoco contaban con una partitura del himno de la URSS. Afortunadamente, encontraron a un músico -sólo uno-, que conservaba dicha partitura. Este melómano se vió así en la necesidad de realizar a mano las 50 copias necesarias para ser entonado durante la competición.
- El gobierno español de aquel entonces hubiese preferido que la participación de tan incómodos competidores hubiese sido corta, pero la URSS llegó hasta la final y precisamente contra España; pero para complacencia del mismísimo Franco, que vió la final desde el palco de honor, los locales se impusieron por 2 a 1. Otro hecho anecdótico se dió en que la final se jugó en el Santiago Bernabeu: lo curioso era que en las eliminatorias de 1960, se debieron enfrentar soviéticos y españoles en el mismo estadio, pero el match se vió empañado en aquel entonces (¿lo adivinan?), por irreconciliables diferencias políticas entre ambos gobiernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario