El domingo 25 de mayo del 2008, un hecho curioso en la historia del deporte mundial, aconteció: en el Perú, el partido entre Cienciano del Cuzco y el Juan Aurich de Chiclayo, ingresó en los libros de la historia del fútbol, al ser la primera vez en que, padre e hijo, han estado presentes en el campo, defendiendo sus colores. Juan Carlos Bazalar (40 años), uno de los héroes del Cienciano que conquistaron la Sudamericana del 2005 y la Recopa al año siguiente, y su hijo Alonso (18 años), con las camisetas 8 y 28 respectivamente, fueron los que se robaron la atención del respetable acaparon titulares al día siguiente.
Todo hombre tiene el mismo sueño: jugar algún día al fútbol con su propia sangre. Muchos lo logran en campos de fulbito, mientras sus hijos son aún muy pequeños; algunos más, ven con corazón hinchado de orgullo, a sus retoños haciéndose un nombre, mientras el padre les dirige desde la banca, como entrenador. Hasta ahora, sólo los Bazalar lo han logrado en un torneo de Primera División (aunque aún esperamos la oficialización del suceso, por parte de la IFFHS) Otro factor que hace este momento aún más entrañable, es al recordar que Juan Carlos Bazalar, perdió antes un hijo, por una enfermedad, y al cual nunca ha dejado de recordar durante toda su noble y fructífera carrera, y que también recordó su memoria, en las entrevistas que dió después del partido.
Mi padre hoy cuenta con 75 años. Él tuvo 6 hijos, de ellos tres varones: yo soy el último. Mi padre pudo orgullosamente jugar al fútbol por lo menos una vez en su vida con mis dos hermanos mayores; conmigo no pudo, ya que el inexorable paso del tiempo impidió que pudiese hacer otra cosa conmigo que tirarme la pelota rodando, para que yo la patee en mis primeros años. Hoy, que cuento con 6 años menos en edad, que Bazalar padre, soltero yo y sin hijos, me inunda la nostalgia que todo hombre tiene cuando visiona un futuro, enseñándole a su hijo, sus primeros pasos en el eterno romance masculino con la "Diosa Pelota". No siento envidia por Juan Carlos Bazalar; más bien me enorgullezco junto con él, por que, tras haberse enfrentado a mil visicitudes en su carrera y en su vida -muchas de las cuales, nos partirían a muchos por el eje-, ha seguido adelante, luchando con la tirana vida que a veces nos niega concretar nuestros sueños. Él se merecía, por todos nosotros, concretar su -y nuestro-, más ambicioso sueño. Bien por ambos, padre e hijo.
Amigos les felicito por acontecimiento tan peculiar... en el mundo del futbol.
ResponderEliminarMi nombre es Alberto Barcenas soy periodista de Gautemala y aca en el Futbol de la Primera Division acontecio un hecho parecido, con la salvedad que un mismo equipo el Deprtivo Amatitlan en un mismo partido de futbol jugaron Sergio Diaz padre Sergio Diaz hijo.. y el hermano de Sergio Diaz padre.
Es un hecho q pocas veces pasa e incluso aca solo se dio en un partido de futbol. Se los cuento como una anecdota mas a este bendito deporte del Futbol.
Att.
Alberto Barcenas
lavozbarcenas@hotmail.com
www.deportivoamatitlan.tk
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gracias por el dato adicional, Alberto, y esperamos que sigas visitando este humilde blog
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