Esta es una de esas anécdotas que casi entran en el terreno de la leyenda. Se cuenta entre los jugadores de la selección Brasileña campeona del mundo de Suecia '58 que, tras el pitazo final y su triunfo categórico, todos echaron a celebrar: todos menos uno.
Garrincha no comprendía lo que pasaba y les preguntó por qué celebraban; le respondieron:"¡acabó el partido: ya somos campeones del mundo!". Se cuenta que Garrincha montó en cólera al saberlo: ¿cuál era el motivo?, para "La alegría del pueblo", para el mejor dribleador de todos los tiempos, eso solo significaba una cosa: ¡que se había acabado el torneo y que ya no iban a jugar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario